Dos o tres mates como desayuno. Qué fastidioso empezar el día sin cambio, pero peor es empezar el día sin plata; busqué monedas por toda la casa para no tener que acudir al favor de los demás. Es lo que hay. Puse las moneditas de 10 ctvos en la máquina del 86, evitando ver la cara impaciente del que estaba atrás mío en la cola. Trato de suprimir lo más que puedo el mal humor ajeno para aplacar el propio.
Los jueves son así, me despabilo en el colectivo, desenredo mi pelo con los dedos, leo un poco los apuntes de la facultad, me aburro y miro por la ventana como los demás arrancan el día. Ruidos de avenida, histeria, no saber adónde ir.
Desorientación geográfica: me bajo del colectivo una cuadra después y confundo calles. ¿Desorientación o distracción?: confusión de colores elementales, me quedé quieta en varias esquinas ante el verde del semáforo y creo que ante un hombrecito blanco también.
Ansiedad: anoche di vueltas en la cama, igual que anteanoche; conté ovejitas, recordé todas las caras posibles de los nuevos compañeros de facultad. Esos juegos saciaron un poco el aburrimiento, pero dormí mal.
Camino cruzando barrios y llego a Barrio norte donde está el consultorio de mi analista. Pongo los pies en un hospital frío--como todo hospital-- y recién ahí me centro. La sesión termina y todo parece reacomodarse. Vuelvo caminando desde Córdoba hasta Rivadavia, me cuelgo mirando las caras de los transeúntes, hago como si nada me importara, dejé una materia "y?"--contesta mi consciencia-- hay cosas más importantes de que preocuparse, "no tengo un mango" "hoy tengo que pagar el alquiler" "¿y, eso es lo importante?". Se me hace tarde para seguir deteniéndome en estos pensamientos, en 10 entro al laburo.
4 comentarios:
No sé si serán importantes pero estoy seguro que habrá cosas que son impostergables.
Digo, en función de que su vida vaya por los carriles normales, o pueda dormir sin abrigarse con un diario, lo mejor es pagar el alquiler.
Para el caso, el abandonar la materia cumple una función muy simple: darle más tiempo para pensar.
Funes, gracias por mostrar el lado positivo. saludos
la anonima era yo
Y si alguna vez largamos todo por completo y amanecemos en Tilcara, desayunando mate y escuchando a la Negra. ¿Qué pasaría? El mundo sigue igual... Si, seguramente.
Me parece que mañana no voy a ir a la facultad...
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