lunes, abril 03, 2006

Todo sobre mi madre

Ayer fui al cine con mi mamá. La película que vimos mejor olvidarla, el hecho, que fui al cine con mamá, no; ya que hace mucho que no compartía un divertimento con mi madre. En verdad, con ella no compartimos casi nada, cuando vivíamos juntas yo ni siquiera podía acompañarla a mirar su programa de tv preferido. Hace unos días me llamó para invitarme al cine porque se había ganado un par de entradas para ver un estreno, acepté su invitación pensando que quizás estaría bueno ver algo con ella para después tener algo de que hablar. Bueno la oportunidad no fué la mejor, la película era una comedia yankee tan idiota que cuando salimos del cine ambas nos miramos con esa complicidad de quienes se conocen bien, y ella fue la primera en soltar -" qué estupidez"-. Quizás ella sí se había divertido con la comedia, pero no me lo dijo. A veces siento que no me dice lo que piensa porque yo siempre ando criticando sus gustos.
Antes de ir al cine comimos juntas en mi casa, ella como siempre me pasó el parte de familiares que no veo hace mucho, me contó los chismes del barrio y, a su modo, me elogio la comida. Nunca nos preguntamos en "qué andábamos", esa preguntas no hace mamá y yo tampoco a ella. Rara vez le pregunto si extraña a papá y nunca si le gustaría conocer a alguien. Mamá pasa a ser mamá a secas, así como ella- dice que-es, aquella que cuando le dan consejos se queja, reniega y dice que ella es así, que está grande y que no va a cambiar.
No sé lo que ella piensa de mí y dudo que ella se haga tantas preguntas como yo. Últimamente pienso mucho en ella y en lo que esa mujer- ahí es cuando logro verla como mujer-piensa, siente, quiere y desea. Cuando nos despedimos le aconsejé que fuera a ver "Derecho de familia" -pelí que yo vi el viernes- pensando que quizás alguna de las tantas preguntas que yo me hago últimamente ella se podría llegar a hacer luego de ver la película. A lo mejor no, de todas formas se va a divertir porque es una comedia y hay buenos actores, y a ella le agradan esas cosas.
No puedo pretender tener una charla de amigas con mamá, yo sé que ella algunas veces espera eso, y yo que ella me sorprenda con una pregunta del tipo "¿Cómo te fue hoy, hija?". Pero, ya no me enojo con su "forma de ser" ni ella con la mía, es más, creo que ambas hicimos un acuerdo tácito donde yo, por ejemplo, le recomiendo películas y ella me invita a tomar un café. Y cuando yo logro convencerme de que no la puedo cambiar, pero que la relación puede mejorar así, con café de por medio, fideos en casa, o lo que sea, me da cierta alegría.

1 comentario:

Lale dijo...

emilie, es la primera vez que entro a tu blog.
leía por arriba y de repente me detuve en este post. no por azar, sino porque me queda a medida.
y te agradezco porque ahora me doy cuenta para qué salto de sitio en sitio frenéticamente: para encontrar algo así, algo que me detenga, que me interpele, que me deje pensando.