martes, abril 23, 2013

yo quiero ver un tren


Escucho a los obreros 
trabajar sobre las vías.
Ruido de rieles,
lecturas y trasbordo.
El corazón siempre blando,
fuertes son mis manos cuando
amazo o abrazo.
Viajo con el ruido
porque llorar es demasiado intenso; 
y despierto en un mar
de cervezas y sonrisas.
Sonrisas hermosas:
la hermandad divina.
Sino fuera por la amistad
el dosmiltrece dolería
porque, además, soy melodramática
de esas que escriben cartas a nadie.
Hoy los trenes no pasan.
Sí, me conmueven las ausencias
y las historias de amor
berreta.