martes, abril 23, 2013

yo quiero ver un tren


Escucho a los obreros 
trabajar sobre las vías.
Ruido de rieles,
lecturas y trasbordo.
El corazón siempre blando,
fuertes son mis manos cuando
amazo o abrazo.
Viajo con el ruido
porque llorar es demasiado intenso; 
y despierto en un mar
de cervezas y sonrisas.
Sonrisas hermosas:
la hermandad divina.
Sino fuera por la amistad
el dosmiltrece dolería
porque, además, soy melodramática
de esas que escriben cartas a nadie.
Hoy los trenes no pasan.
Sí, me conmueven las ausencias
y las historias de amor
berreta.

martes, enero 15, 2013

atardece


un bloc de notas que sirva de asidero
atardece,
escucho los sonidos del primer amor.
cuando quiero llorar
recuerdo.
cuando quiero recordar,
lloro.
¿Quién va a lavar los platos sucios?
el amor es así,
en el medio
de obligaciones y quehaceres
pasa como un navegante perdido.
¿a dónde iremos a parar
los desencantados?