Anoche fui al cine, otra vez al festival de cine mexicano, esta vez vi "Hasta el último trago, corazón", un documental sobre mujeres cantantes de ese país. Relatos de mujeres fuertes, buena música, la infaltable participación de Chavela Vargas hicieron que salga del cine muy contenta. Muy interesante, así que para los que les interese el dato, el documental vuelven a pasarlo este domingo a las 18.30 en el Gaumont.
sábado, abril 29, 2006
jueves, abril 27, 2006
data rápidita y cortita
Ya pasó el Festival internacional de cine independiente, y la locura por el cine no "comercial" parece haberse ido con él. En el cine Gaumont está el Festival de cine mexicano,que durará hasta este domingo. Paso la data para los que no se enteraron, que al parecer son muchos porque hoy en el cine erámos máximo 10 personas.El Gaumont no será tan cool como el MALBA o el ABASTO shopping, pero en definitiva se están proyectando películas que no llegan habitualmente a las salas de los cines de este país. Este post es para menguar un poco la falta de difusión que se le está dando a este evento
Cita conmigo misma
Dos o tres mates como desayuno. Qué fastidioso empezar el día sin cambio, pero peor es empezar el día sin plata; busqué monedas por toda la casa para no tener que acudir al favor de los demás. Es lo que hay. Puse las moneditas de 10 ctvos en la máquina del 86, evitando ver la cara impaciente del que estaba atrás mío en la cola. Trato de suprimir lo más que puedo el mal humor ajeno para aplacar el propio.
Los jueves son así, me despabilo en el colectivo, desenredo mi pelo con los dedos, leo un poco los apuntes de la facultad, me aburro y miro por la ventana como los demás arrancan el día. Ruidos de avenida, histeria, no saber adónde ir.
Desorientación geográfica: me bajo del colectivo una cuadra después y confundo calles. ¿Desorientación o distracción?: confusión de colores elementales, me quedé quieta en varias esquinas ante el verde del semáforo y creo que ante un hombrecito blanco también.
Ansiedad: anoche di vueltas en la cama, igual que anteanoche; conté ovejitas, recordé todas las caras posibles de los nuevos compañeros de facultad. Esos juegos saciaron un poco el aburrimiento, pero dormí mal.
Camino cruzando barrios y llego a Barrio norte donde está el consultorio de mi analista. Pongo los pies en un hospital frío--como todo hospital-- y recién ahí me centro. La sesión termina y todo parece reacomodarse. Vuelvo caminando desde Córdoba hasta Rivadavia, me cuelgo mirando las caras de los transeúntes, hago como si nada me importara, dejé una materia "y?"--contesta mi consciencia-- hay cosas más importantes de que preocuparse, "no tengo un mango" "hoy tengo que pagar el alquiler" "¿y, eso es lo importante?". Se me hace tarde para seguir deteniéndome en estos pensamientos, en 10 entro al laburo.
domingo, abril 23, 2006
Hombres anónimos
Mi trabajo no me gusta, por no decir que lo odio. Pero, algunas veces me entretengo, sobretodo aquellas cuando tengo que encuestar a hombres. En alguna que otra ocasión me han tirado un poco de onda, hasta hubo quienes se animaron a invitarme a tomar un café, pero obviamente nunca acepté tal convite porque esos nunca me interesan. Me gustan los que me llaman por mi nombre, los que no son babosos, los apáticos pero amables, los de treintaypico, los que se ríen buscando complicidad del otro lado cuando hago una pregunta muy tonta, los que me dicen "como no" cuando les pregunto si puedo contar con su opinión, y aquellos que finalmente luego de la encuesta dicen chau y no piden mi teléfono ni mail ni nada . Estos días me "enamoré" de unos cuantos hombres mientras me hablaban sobre el varietal de los vinos finos, pero todos se perdieron en una base de datos gigante luego de cortar conmigo por telefóno. Mejor me pongo una hotline, no?
Domingo
En mi cuarto resonaba el famoso "dale, bo, dale bo" (proveniente de la cancha de Velez) mientras yo me disponía a leer las consignas de una monografía que ya debería tener por la mitad. Pero, mi cabeza estaba en cualquier lado menos en el tp. Me acosté en la cama, me tapé con la almohada y miré el reloj que marcaba las 17.30; seguí respirando debajo de la almohada, intentando huír --en vano-- del dolor de cabeza, del t.p, del domingo y de mí.
Ahora estoy en el cyber y veo a los hinchas de boca regodearse con el triunfo por Av. Rivadavia al 11.000. Algunos niños "se matan a tiros" en la red. Otros con menor pasión miran Argentinos -River por tyc. Y yo, me pongo los auriculares para no escuchar al comentarista del partido porque me deprime casi tanto como ver a Sofovich por televisión. En mi casilla de correo sólo tengo correo de personal de hotmail, en mis auriculares no suena ninguna melodía; todo indica que al regresar a casa voy a llorar. El "dale bo, dale bo" todavía hace eco en mis oídos y me traslada a viejos domingos, quizás a aquellos en los que mirar Fútbol de primera era divertido. En estos tiempos prefiero apagar la televisión, leer un poco y esperar que el día acabe.
jueves, abril 20, 2006
Bafici II parte: Breve crónica de mi paso por el "festi"
Después de tanto bla, bla anoche me acerqué a una de las sedes del Bafici. Me mandé de una al Atlas Santa Fe sin haber escuchado recomendaciones previas ni haber leído el librito con las reseñas de las películas. Así que llegamos al cine con mi amiga M. y fuimos directo a la cartelera de programación, eran las 10 pm y en esa sede nos quedaban sólo dos opciones, una película francesa y otra japonesa. El título de la japonesa "Linda, linda, linda" nos pareció sugestivo así que fuimos directo a la boletería a comprar dos entradas para ver esa sin tener que hacer tateti suerte para ti.
En mi casa entre las apuradas y el que si que no, mejor voy mañana me olvidé la libreta universitaria así que no pude aprovechar del descuento a estudiantes de una entrada por 3 pesos; bien -no importa- dijimos con M, y ya con las entradas en nuestro haber se nos ocurre leer la reseña de la peli y nos encontramos con que se trata de un grupo de colegialas japonesas que se quedan sin banda de rock."¿Qué?" ¡Qué absurdo! --pensé--, luego de burlarme de aquella gente que va al festival sólo para mostrar lo cool que es, yo termino metiéndome en el cine para ver una comedia japonesa por el sólo hecho de tratarse de una película japonesa.
En fin, llegar unos pocos minutos antes de que comience la función no me permitió hacer una observación perspicaz del público de este año, pero lo que sí hicimos fue una cola importante y cuando entramos a la sala ésta estaba casi completa lo que me hizo pensar que la gente cada año está más a full con el cine japonés o directamente lo está con el festival.
Al final la película no era más de lo que me imaginé, una simple comedia juvenil, la cual -creo yo- si hubiera sido de origen yankee hubiera resultado bastante tonta, pero como es de Nobuhiro Yamashita se llevó todos los aplausos del público del Bafici y, para mí, exageradas risas durante su proyección. Al menos al salir del cine pude irme a tomar una cerveza con mi amiga para hablar del festival, de cine o de cualquier otra cosa porque de la película sino fuera por su canción punky tan pegadiza --que aún sigo tarareando-- nos hubiéramos olvidado apenas cruzamos la Av. Santa Fe.
Al final la película no era más de lo que me imaginé, una simple comedia juvenil, la cual -creo yo- si hubiera sido de origen yankee hubiera resultado bastante tonta, pero como es de Nobuhiro Yamashita se llevó todos los aplausos del público del Bafici y, para mí, exageradas risas durante su proyección. Al menos al salir del cine pude irme a tomar una cerveza con mi amiga para hablar del festival, de cine o de cualquier otra cosa porque de la película sino fuera por su canción punky tan pegadiza --que aún sigo tarareando-- nos hubiéramos olvidado apenas cruzamos la Av. Santa Fe.
Continuará... ?
martes, abril 18, 2006
Bafici, Bafici
Estos días estuve leyendo algunas críticas que se le hicieron al Bafici --en este blog se puede encontrar mucho sobre ello-- y ayer pensaba con una amiga si ir o no ir al festival. Si me dejo llevar por la simple lógica de que a mí me gusta disfrutar de buenas películas, sobre todo aquellas que están por fuera del circuito comercial voy y punto. Pero, a su vez pensaba en lo que significa socialmente decir " Yo voy al festival de cine independiente" " Yo miro películas de directores japoneses", etc. La verdad que a este festival asistí por primera vez el año pasado porque descubrí que en el cine América había descuentos a estudiantes universitarios; fui dos o tres veces y podría decir que disfruté de las películas que vi. Al abasto fui una sola vez a las 11 de la mañana creyendo que iba temprano, pero me encontré con miles de jóvenes snobs tirados en el hall y con un cartel en rojo que decía entradas agotadas, así que sólo aproveché para echarle una hojeada al libro donde están descriptas todas las películas que se exhiben en el festival--que por cierto lo venden carísimo--. De ahí me fui con una especie de repulsión social, eso suele sucederme, en mayor o menor medida, cada vez que asisto a un evento cultural. Sí, bueno sí--como decían por ahí-- me revienta que este tipo de eventos esté organizado sólo para los jóvenes ABC1, para que estos después se dediquen a enumerar la larga lista de películas que vieron, sacar chapa de culto-conocedor y luego hacer carrera con eso; a mí me gusta el cine pero los que tienen acceso a él en su mayoría son gente de guita y eso me hace pensar que hay muy pocas posibilidades de que acá se hagan buenas películas. Estoy siendo un poco prejuiciosa, lo sé, pero de todos modos la idea de este post era hablar de mi concurrencia o no a ese tipo de festivales.
Será que mis ganas de ir al festival también se corresponden con la idea de "ir sí o sí" y saldar mi deuda con el "capital cultural", será que yo también quiero competir y ganar terreno en un campo donde se mueven aquellos "chicos bien" que estudian en la FUC, en el CYEVIC o en cualquiera de esas universidades de cine que sólo ellos pueden costear. Pero si quiero eso voy al Malba y disfruto por 2 pesos de "El acorazado Potemkin"--por poner un ejemplo-- y ya estoy lista para tener charlas con pretensión culturosa con cualquiera que le guste un medianamente el cine. Sino la otra opción es quedarse en casa y alquilarse películas repetidas, y terminar con esa pose idiota de ir al festival porque hay que estar ahí. Después les cuento por cuál de las opciones opté y con que me encontré.
lunes, abril 17, 2006
Nada para contar
En 15 minutos entro al laburo. Estoy en un cyber leyendo blogs ya que hace mucho que no me conectaba. Me fui por unos días a Zárate y me desenchufé de todo. Uff ahora tengo todo por hacer. Me hablan amigos por msn y no tengo nada qué contar. Me duele la panza y no sé si es que comí rápido o si es la culpa de que en estos días no abrí un puto apunte. Y las fechas que se avecinan, los finales que debo, la facultad, siempre lo mismo. Quiero ir al Bafici pero tengo miedo de no encontrarme con nada y perder el tiempo yendo al abasto, odio las colas y el amontonamiento de gente aunque perder el tiempo me fascina. Bueno cierro las ventanitas del msn y del blog, otro día cuento maravillas.
sábado, abril 08, 2006
Sábado nublado
Me levanto a las 8.45 am, el día nublado me llega a los ojos por todas las aberturas del cuarto. Tengo dolor estomacal. Resaca de sábado. Dormí algo más de dos horas después de una charla con mujeres. Mujeres hermanas. Diálogos cargados de emoción y de ese código familiar- de hermanas- que a veces me hace sentir tan cómoda. Pero, el humor es espantoso como el día. Tomo el colectivo, me siento al lado de la ventanilla, ningún pensamiento que me sobresalte, sólo pienso en camionetas con motores de 100 caballos de fuerza-el trabajo hace que me detenga en cosas impensables-. Cuando descubro en lo que pienso salto a imaginarme algo más sensato, como que "renuncio" al trabajo de encuestadora.
Cuando llego al laburo llamo a gente que me corta, que me deja hablando sola. Tarareo una canción de Charly :"Yo sé que soy insoportable...". Salgo del trabajo y vuelvo a mi vida desordenada, sin disciplina, con ficciones creadas a mi medida, con faltas irrecuperables, con mucho por hacer y en concreto sin hacer nada, pero-en ese caos-logro sentirme más o menos bien. Odio trabajar los sábados.
jueves, abril 06, 2006
Recuperar algo de lo que ya no está
Mi analista dice "bue-no" como dando la pauta de que la sesión ha terminado. -Bueno, nada, hoy no soporto ese bueno- pienso yo, mientras le digo "está bien". Pero si yo, no, no, no; no es justo. Y me voy con la sensación amarga de que otra vez no hablé de esa "cosa" que anda dando vueltas en mi cabeza hace días. Pero, esta vez yo quería hablar, si empecé hablando de la otra "cosa" que, indudablemente, va de la mano con la "cosa primera"; estaba a punto de hablarlo cuando ella me dijo "bueno" y, para mayor decepción , después le sumó a esa palabra un-"nos vemos en dos semanas"-. Entonces vuelvo caminando a la estación de trenes para internarme con mi yo y la "cosa primera" a cuestas. Me harto de la "cosa" que pasa a ser la cosa pendiente.
Hace unos días hablábamos con mi hermana de la "cosa primera", ella me dijo que siempre hablaba de eso en terapia. Le conté que yo, en cambio, hablo mucho de mamá. Después de la charla me quedé pensando y caí en la cuenta que cada vez tengo menos recuerdos de papá, que casi ya no lo nombro, pero que cuando alguien me habla de él yo me emociono terriblemente, aunque no suelte ni una sola lágrima delante de otros. Y hoy que estaba decidida a hablar de él en terapia, hablo de cosas menores y otra vez de mi mamá.
En el camino me detengo unos segundos para escribir algo en mi blog, de repente lo nombro y recupero algunos recuerdos, sobre todo los de sus últimos años de vida. Algo me sugiere todo esto: quiero recuperar el resto con retacitos propios y ajenos, y para ello no hay piedras en el camino como los que me invento, nada puede detenerme ni siquiera los "bue-no" de mi terapeuta.
martes, abril 04, 2006
Fiebre bloguera
Hace dos horas que estoy sentada frente a la pc intentando hacer algo de lo que tengo que hacer. El tp de la facultad lo postergo cada tanto para entrar a los blogs; y cada vez entro a más, no puedo dejar de leerlos, es más fuerte que yo. Antes me entusiasmaba cada vez que escuchaba el tururu tururú del msn( suena así?) que me indicaba que alguien me estaba "hablando", ahora el mundo blogguer ha relegado a el msn al segundo lugar. Y me contenta enterarme que hay gente que tiene los mismos vicios blogueros que yo. |
lunes, abril 03, 2006
En una charla por msn...
Todo sobre mi madre
Ayer fui al cine con mi mamá. La película que vimos mejor olvidarla, el hecho, que fui al cine con mamá, no; ya que hace mucho que no compartía un divertimento con mi madre. En verdad, con ella no compartimos casi nada, cuando vivíamos juntas yo ni siquiera podía acompañarla a mirar su programa de tv preferido. Hace unos días me llamó para invitarme al cine porque se había ganado un par de entradas para ver un estreno, acepté su invitación pensando que quizás estaría bueno ver algo con ella para después tener algo de que hablar. Bueno la oportunidad no fué la mejor, la película era una comedia yankee tan idiota que cuando salimos del cine ambas nos miramos con esa complicidad de quienes se conocen bien, y ella fue la primera en soltar -" qué estupidez"-. Quizás ella sí se había divertido con la comedia, pero no me lo dijo. A veces siento que no me dice lo que piensa porque yo siempre ando criticando sus gustos.
Antes de ir al cine comimos juntas en mi casa, ella como siempre me pasó el parte de familiares que no veo hace mucho, me contó los chismes del barrio y, a su modo, me elogio la comida. Nunca nos preguntamos en "qué andábamos", esa preguntas no hace mamá y yo tampoco a ella. Rara vez le pregunto si extraña a papá y nunca si le gustaría conocer a alguien. Mamá pasa a ser mamá a secas, así como ella- dice que-es, aquella que cuando le dan consejos se queja, reniega y dice que ella es así, que está grande y que no va a cambiar.
No sé lo que ella piensa de mí y dudo que ella se haga tantas preguntas como yo. Últimamente pienso mucho en ella y en lo que esa mujer- ahí es cuando logro verla como mujer-piensa, siente, quiere y desea. Cuando nos despedimos le aconsejé que fuera a ver "Derecho de familia" -pelí que yo vi el viernes- pensando que quizás alguna de las tantas preguntas que yo me hago últimamente ella se podría llegar a hacer luego de ver la película. A lo mejor no, de todas formas se va a divertir porque es una comedia y hay buenos actores, y a ella le agradan esas cosas.
No puedo pretender tener una charla de amigas con mamá, yo sé que ella algunas veces espera eso, y yo que ella me sorprenda con una pregunta del tipo "¿Cómo te fue hoy, hija?". Pero, ya no me enojo con su "forma de ser" ni ella con la mía, es más, creo que ambas hicimos un acuerdo tácito donde yo, por ejemplo, le recomiendo películas y ella me invita a tomar un café. Y cuando yo logro convencerme de que no la puedo cambiar, pero que la relación puede mejorar así, con café de por medio, fideos en casa, o lo que sea, me da cierta alegría.
domingo, abril 02, 2006
Comienzo de abril sin amor
Siempre a la noche se me da por meditar un cachito en el amor e inevitablemente pienso en aquellos momentos que viví enamorada o creyendo estarlo. Anoche entre esos pensares caí en la cuenta que ya no me acordaba tanto de X. Que cuando cerraba los ojos los escasos recuerdos que me venían de él a la mente ya no me perturbaban como antes, lo cual no significa que me sean completamente ajenos. Nada de lo que viví me es totalmente ajeno sólo que la soledad siempre les otorga un lugar privilegiado en mi vida, no sólo a los recuerdos sino a él, para terminar significando "TODO"... "OH EL AMOR" y todo lo que eso implica.
Un sábado a la noche tirada en la cama dejando que mis ideas derivaran en conclusiones falsas cuando X a los segundos hacía su aparición estelar en mi inconsciente. Me llamaba por teléfono, pero yo no estaba en casa y al enterarme de que él se había acordado de mí me sentía la persona más feliz del mundo. La felicidad estallaba en todo mi cuerpo mientras yo luchaba por cubrirme los pies con la sábana y ésta se empecinaba por dejarme sentir el temprano frío del otoño. Y en mi sueño- muy parecido a una realidad pasada- X no volvía a llamar, pero yo por un momento volvía a recordar su voz, sus gesticulaciones y su modo de andar. Me desperté con la ilusión desarmada, me vestí, desayuné con el gusto amargo de los adioses; y me dije-"el domingo no podía dejar de ser nostálgico"- mientras leía el diario sin leer.
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