martes, febrero 28, 2006

Defensas bajas

Llorar, sin explicación, llorar en el baño a escondidas.
Desahogo, ahogo interno, estallar en llanto hasta sentir una calma y saber que no perdurará.
En dos días la angustia vuelve, en una hora, en 30 segundos, ya, en realidad no se va.
Hoy las palabras me resultan inútiles, pobres, no las puedo encajar con mi vida.
Simplemente líneas sueltas.
Diálogos con amigos, reírse, cagarse de risa, ¿esa es mi paz momentánea?.
Luego todo se desmorona en un rostro triste.
No es lástima, es bronca, sentirse impotente ante la vida.

jueves, febrero 23, 2006

Los días en casa de mamá

La casa de mi infancia, la casa de mi mamá está rara o mejor dicho yo me siento rara ahí adentro. Por ejemplo ya olvidé dónde se guarda el azúcar y dónde encontrar los platos. Pero, de las tareas implicadas en el cuidado del hogar durante la ausencia de su dueña la más odiada por mí es regar las plantas, eso es porque yo nunca di bola a las plantas, antes suponía que eso tenía que ver con la edad, que cuando fuera mayor me gustaría, a todas las mujeres grandes les gusta estar atentas a sus plantas. En fin, yo no iba a hablar de las plantas sino de los días que paso en la casa de mi mamá, en ocasiones sigue siendo mi casa aunque mi cuarto sea el depósito de cosas viejas, algunas mías, muchos papeles, cajas con recuerdos de la infancia, dibujos míos del jardín, cassetes de mi adolescencia, algún que otro vhs; cosas que -creo- siempre quedarán ahí hasta que decida tirarlas como cuando tiré mis cuadernos de primaria aunque un poco me arrepiento de eso. Pero para qué sirve todo eso, me sale algo del gruñón de mi papá y sentencio que solo sirven para juntar tierra.
En síntesis mi cuarto ya no es mi lugar, es más, ya no encuentro lugar en esta casa, la cama de dos plazas de mi vieja me hace sentir sola entonces duermo con una almohada al lado mío y esa escena triste me hace pensar en que mejor no compra un colchón de dos plazas, almuerzo comida rápida y, valga la redundancia, como rápido sobre la mesa ratona mientras miro el noticiero del 13 y consumo sus "no noticias". Así me entero de que hay gente que tiene pánico a dar exámenes orales y que existen asociasiones ladris que ayudan a la gente con este tipo de problemas, me rio al imaginarme en alguno de esos lugares, en seguida pienso en lo absurdo de todo. De alguna forma me entretengo y evito comer en la mesa larga donde la soledad se hace mas evidente.

lunes, febrero 20, 2006

Favor

Gente de letras, de Puán: Quisiera saber cuándo arrancan las clases y si alguno sabe los horarios de los teóricos de Teoría y Análisis literario, ya que este cuatrimestre quisiera ir de oyente, si alguno sabe me hace la gauchada de dejarme un comment sino tendré que ir hasta puán y soy algo fiaca. Gracias

miércoles, febrero 15, 2006

Excelente respuesta

Encuestadora: Hola, mi nombre es ... lo llamo de la consultora piripipi porque estamos encuestando a mujeres de 18 a 60 años
Él: Cagaste, soy hombre
Encuestadora: y hay alguna mujer que me pueda responder?
Él: la única mujer que hay se está preparando para hoy a la noche (día: 14 de febrero)
Encuestadora: y mañana la podremos ubicar?
Él: Y no, mañana va a estar dolorida.

martes, febrero 14, 2006

Hoy día luna, día pena

Hay días en que el mundo parece estar hecho para dos. Hoy fue uno de esos días, donde me sentía pequeña hasta no existir, hasta ser invisible en una ciudad rodeada de parejas festejando el día de los enamorados. Cuando salí del trabajo estaban ellos en su mundo, y hasta el muchacho aparentemente más progre le compró una flor a su chica. Del trabajo a casa vi una, dos, tres, cuatro, cinco; en fin incontables parejitas, una de ellas eran dos chicos del brazo, otra eran dos chicas besándose en el colectivo, entonces enseguida pensé que San Valentín no era tan mala excusa para que todos desplieguen su amor en público. Mientras pensaba eso abría la puerta de casa para zambullirme en mi mundo de a uno, tampoco es tan malo!.

lunes, febrero 13, 2006

Haircut

Siempre, o la gran mayoría de las veces, que termino una relación sentimental me corto el pelo, aclaro que, teniendo en cuenta mi condición de looser, por lo mismo se entiende cuando una relación se frustra antes de empezar. Así que para mí ir a la peluquería tiene un significado extra estético, ese simple acto que es cortarse el cabello por lo general es sintomático del final de algo en mi vida. Y no soy la única que tiene ese hábito, muchas mujeres hacen lo mismo, otras optan por irse de shopping, las de mejor suerte emprenden un viaje; yo simplemente le indico a mi peluquero “¡córtamelo!, quiero que el cambio se note ”. Como si se tratara de decir chau a una etapa de mi vida yo necesito que la procesión del cambio se manifieste en algo palpable (aunque sólo lo termine notando yo), en algo físico, por eso elijo mi pelo, quizás por ser lo menos vulnerable. Mientras escribo este tonto post descubro la similitud entre un acto (cortar con alguien) y otro (cortarse el pelo), que es la palabra cortar, la cual implica división, desunión = ruptura. Hace poco me corté el flequillo yo sola , lo extraño fue que no estaba deprimida ni nada, ahora caigo en la cuenta que cuando comienza o termina el año suelo cambiar mi look a los tijeretazos. Supongo que será para ponerle punto final al año que se fue, entonces pienso y se me ocurre relacionar a mi objeto de análisis con la liberación, es decir, yo luego de ir a la peluquería siento como si me hubiera sacado una carga (llamémosla pasado, ayer, recuerdos) de encima; por otra parte hacerle a nuestro cabello lo que nos dé la gana entraña siempre algo de libertad. Lo que sea, insisto que el corte de pelo para gran parte de las mujeres es un acontecimiento ligado a los finales, sean estos amorosos o no, y a su vez sumamente gratificante. Me pregunto si los hombres tendrán alguna manía similar.

Recuerdos II


A propósito del post anterior y aprovechando que después de mi exámen ya dispongo de vida, por así decirlo, hoy voy a volver a ver Eternal Sunshine of the Spotless Mind.

Recuerdos

Sentada frente a la computadora, acordándome de caras viejas, sentimientos, palabras, olores. Aparece un gesto suyo muy marcado diciendo " chau", luego su voz en el teléfono, la imagen de su cara como muestra de angustia y enojo, todo esto se amalgama en un triste final, como los de los grandes melodramas. Me olvido fácilmente de algunas cosas, pero hay otras que permanecen fijas, como su rostro, sus gestos, su risa; lo que no conozco es su llanto. Pequeño descubrimiento que lo traslado acá en forma de inquietud: No conozco cómo lloran los hombres con los que estuve, ¿ es eso algo sintomático?. Y, bueno sí, del último, no conocí sus miedos, ni sus fracasos, no conocí su casa, ni a su famila, no entré a su vida, sin embargo algunas mañanas lo recuerdo y otras lo extraño. Puedo vagar con el misterio día y noche, el me acompaña, lo busco, me llena, pero a la vez es como seguir pegada a la fantasía, a la ficción porque lo misterioso reaviva el pensamiento, arma juegos; y en mí se convierte en obsesión. Una obsesión que hoy se traduce en palabras impulsivas, pensamientos caóticos de los cuales a veces no me es fácil zafar.

martes, febrero 07, 2006

Volví al ruedo

Ayer después de dos semanas de no trabajar volví a la investigación de mercado, volví a ser la insoportable que irrumpe en las casas de familia para hacer las mismas preguntas idiotas a la gente como si ésta fuera idiota. Otra vez a interrumpir momentos con el maldito tirin tirin telefónico, a decepcionar a los que esperan el llamado de sus amantes perdidos, a advertir a mis interlocutores que no vendo nada, y a poner voz sensual cuando me atienden los hombres de veintipico, los de treintaipico, los de 40, bueno los de sexo masculino (que tienen linda voz) en general.
Ayer hablé con Yolanda o con Jennifer ¿o su hijo se llamaba Johnattan?, en fin no lo recuerdo, lo que me acuerdo es que ella me contó que su marido tuvo cinco intentos de suicidio y que sus hijos lo querían internar en un psiquiátrico pero ella se resistía a llevar esto último a cabo, ante su relato tuve que interrumpirla varias veces para que me dijera si tenía auto, acondicionador de aire, computadora, tarjeta de crédito, lavarropas automático (en ese orden) a lo que Yolanda, o como se llamara, respondió “Ja, no, querida soy pobre”. Para la investigación de mercado, como todo se reduce a números, Yolanda es una D2, al igual que Olga, con quién también hablé ayer. Olga vive con su hija y recibe el plan jefes y jefas; ella me habló de la precariedad de la salud pública, se quejó que en este país los que no tienen plata no tienen acceso ni a lo más indispensable como lo es una buena prestación médica. Obviamente tenía razón, todo esto a las empresas les importa un pito, y como de costumbre no encontré en la encuesta ni un huequito donde registrarlo, por eso mismo lo cuento acá.

alienación preexámen

Sino tuviera que estudiar volvería ver estas películas...

*Soy linda?( creo que es alemana, la actriz es la de Corre Lola corre, la vi hace bastante, pero me gustó mucho)
*Temporada de patos (mexicana, la vi hace poco en el Lorca, no sé si ya estará en algun video club, es una comedia sencilla pero desde la sencillez logra pintar un verosímil social)
*Eterno resplandor de una mente sin recuerdos (con Jim Carrey y la de Titanic, locamente romántica)
*Cualquiera de Woody allen

Ah otra que no sé si volvería ver porque vi este fin de semana pero se las recomiendo a quienes tienen tiempo de ver pelis es Millones (inglesa, es un poco fantasiosa y nos deja como moraleja que el dinero no hace a la felicidad, pero es lo que se dice una película simpática)

domingo, febrero 05, 2006

Aventuras del mundo actual

Desde hace varios días me encuentro en la ardua e incesante búsqueda de trabajo. La tarea no es sólo ardua sino tediosa: mirar los avisos clasificados, visitar bumeran y todas esas páginas similares a aquella es un verdadero embole que te roba tiempo y gran parte de tu energía. Debería relajarme, hacer caso a mi analista y pensar, como si de un partido de fútbol se tratara (Closs), que este es un buen momento. Para los psicólogos todas las etapas críticas de nuestras vidas son buenos momentos, yo quiero creer lo mismo pero en seguida des.espero. Y peor es cuando me encuentro con gente en la misma o similar situación que yo. El otro día, por ejemplo, fui a una entrevista laboral para un trabajo de telemarketer; la entrevista fue tomada en forma grupal. Con lo cual me vi rodeada de jóvenes que contaron acerca de sus experiencias laborales, la gran mayoría de ellas como operadores telefónicos, ya sea en atención al cliente de no sé que poronga al mercado hispano de EE.UU. y no sé que otras mierdas más. No es que yo antes de esa entrevista viviera en un un frasco de mayonesa y no supiera de la existencia de este tipo de trabajos, pero mientras escuchaba a esos chicos y se acercaba mi turno en la ronda para hablar de mis propias experiencias y, sobre todo, no olvidarme de manifestar mi orgulloso deseo de vender seguros o lo que fuera, o sea MENTIR, vivía la situación como un horrible experimento, fue como que mi conciencia se despertara de repente y comenzara a sentir que chocaba ante la in.transformable realidad del mundo actual. Experimento porque en esa hora y media que duró la entrevista me la pasé analizando todo lo que sucedía, además porque me sentía junto a mis pares en una especie de reality show donde se evaluaba quiénes mentían mejor para quedar en los "ansiados" puestos de teleoperadores.
Ahora ya es domingo, el experimento pasó, y pienso que mi mentira en la entrevista para telemarketer no debe haber convencido a ninguno de ese auditorio ya que no me telefonearon para avisarme "seguís en la academia, digo en la empresa" y, la verdad, que a esta altura eso no me frustra sino que por lo contrario, me reconforta. Hoy no compré Clarín (gracia a dió), me regalaron el clasificados, lo hojeo casi a desgano, leo hasta que me canso letritas negras que dicen telemarketer, telemarketer, luego varios avisos en inglés, italiano, etc. Y paradojalmente pienso en inglés: "fuckin world".