miércoles, septiembre 27, 2006

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Sobre la cama apuntes, doctrina; sobre la vida, pensamientos y desamparo.
¿De qué te hablaría mañana?, quizás del miedo que sentí anoche cuando de repente bajé del carrusel de ilusiones y percibí una realidad triste y el peso del futuro como algo insostenible. Fue la segunda o tercera vez que sentí fuertemente que todo en esta vida, TODO depende mí, pero como si eso se tratara de algo terrible . A lo mejor este miedo se corresponde con el hecho de cumplir años y esas manías que en estas fechas me agarran. Si no es la edad es lo inconcluso, o la edad y lo inconcluso, el porvenir, la soledad, etc. Nunca se está conforme, y si fuera lo contrario, para mí casi que no tendría sentido pisar esta tierra.
Así que hablaríamos de todo eso. Porque eso es hoy. Porque eso es realidad. Porque hoy me angustia creer saber cómo se sigue y no saber cómo hacer para no seguir de esa manera.
Pero mañana no nos vemos, entonces todo esto lo escribo y las sensaciones las contrasto con música, reemplazo el psicoanálisis por canto. En busca de la pura expresión, cansada de pensar y también un poco cansada de mí misma, voy al encuentro de nuevas actividades. Antes que me paralice el miedo quiero que mi vida sea más que apuntes sobre la cama.

lunes, septiembre 25, 2006

hoy

Me despierto con la radio, me olvido de las tonterías que me irritaban anoche: la torta mal hecha, mi nuevo corte de pelo, los años, etc.
25 de septiembre, un año más de vida, me preparo para todo el amor que me quieran dar, para los abrazos presentes y los ausentes. Tomo prestado cosas que me hacen feliz y me doy cuenta que de algunas ya soy dueña. O sea soy un poquito feliz y espero un igual feliz, o mejor, un muy feliz cumpleaños.

miércoles, septiembre 13, 2006

verdades a media

la mitad de la semana marcada por las obligaciones, cosas que me obligo o que me obligan, lo indecible, las elecciones, todo esto que son cuestiones de las que no se sale así nomás. Cuento demasiado de mí sin mencionar el por qué, la razón.
El sábado a la noche hubo reunión de mujeres en donde las chicas se confiesan y algunas lloran. Yo esquivo responder al por qué.
El domingo de Liniers a Morón, sentimientos partidos, recuerdos, y en el almuerzo mamá que reclama amor.
El lunes pido piedad y me armo de fantasías en el 60, de Nuñez a Monserrat. Contesto a un por qué, esta vez la respuesta encuentra cierta consistencia: placer de cantar y sacar algo de lo más profundo de mí.
Martes, intolerancia, a la noche lecturas, relecturas atravesadas por el presente. Obligaciones. Vuelvo a no nombrar el por qué.
Miércoles, apuntes en la mochila dan cuenta de mi intento por acomodarme en algún casillero.
Las palabras que escribo devuelven verdades a media.