lunes, agosto 28, 2006

...hoy...

Abstinente de psicoanalistas me autoanalizo casi frenéticamente durante las dos horas diarias que paso arriba del transporte público. Río, lloro, me contradigo, recurro a hechos para hacerme cargo solita de todos los pequeños grandes problemas que tantas veces me rinden. A duras penas saco algunas conclusiones para regresar con un cúmulo de preguntas sin respuestas al mismo sombrío lugar. Deseos pequeñosburgueses se desvanecen rápidamente cuando regreso a esa niña que fui, en parte soy y seré.
Ayer nos miramos a los ojos con mi sobrina, la vi tan grande y me sentí tan pequeña; en ese momento hubiera deseado volver a mi infancia pero para sentirme libre como cuando ella juega. Y si armamos un simulacro inmenso de felicidad, si dejo lugar a la ficción, necesito aislarme de algunas cosas cotidianas.

"Irse cerca, irse lejos
mudarse al mismo lugar
mudo ropa, mudo piel, palabra muda,
no me muevo si no tengo quién volver" Mudanza- Pequeña orquesta Reincidentes

sábado, agosto 26, 2006

yo que no quería hablar de mí...

El cielo amenaza lluvia y mi sábado fragmentarse en pedazos por una decepción.
Preparar tés en yuyos, un Nick Cave en la compu, una película ya vista y una salida a la noche tiene cierto gusto aún cuando sabemos que voy a terminar volviendo a casa sola. El programa depresivo que planeo para hoy tiene un lado masoquista que me atrae, que lo diferencia de mañana; el domingo ya es opresivo, me aplasta, me vuelve una bolita en mi cama dañándome por completo.
Todo empezó anoche en una fiesta rodeada de gente de mi edad en la cual se festejaba la graduación de un amigo de amigos. En medio de chicos clase media alta de tendencia progre, y entre charlas con cierto aire de triunfo, aparecía él haciendo la distinción.
Ahora, después de la "tormenta" queda un sólo pensamiento que repercute en miles.
Los primeros encuentros con un otro atractivo te condicionan a actuar de una determinada manera frente a aquella persona, que en esas circunstancias, no deja de ser sencillamente un depositario de expectativas ajenas. Todo se vuelve confuso: una sonrisa, un gesto, una distracción.
A las 6 am de hoy casi lloro y casi "muero"; creo que sí, todo indica que me gusta, y me pregunto si, a pesar de todo lo malo, puede ser eso algo bueno.

lunes, agosto 07, 2006

Lunes y ayer

En la cola del Farmacity él le da un beso a ella mientras ambos “discuten” si llevar o no chocolates. Yo los miro con cierto desdén como si quisiera algo de aquello que veo, y me compro un alfajor para llenarme de lo único dulce del día.
En el 80, sentada en los asientos de a dos con la cabeza pegada a la ventanilla, me acuerdo de las palabras atardecidas de M. . Así como si nada le pregunté en qué andaba, a lo que él, también así como si nada, respondió que estaba viviendo con ella. Así como si nada le dije que cada vez que hablaba con él podía medir el paso del tiempo, él comentó que no compartía mi sensación.
La charla no sorprende y sólo queda lugar para la confirmación de pensamientos como aquel que sentencia que nunca compartimos más que nuestra propia soledad, y la revelación de saber qué bueno que sea ella y no yo. Cuando llego a casa no estoy tan segura de esta última afirmación, pero al ver caer el agua de la ducha sobre mí pienso que hoy todo es mucho más claro que ayer.