El ruido de la chicharra del ascensor. Esperar el colectivo bajo el sol moronense. Los anteojos de sol del chofer. Sandro en versión cumbia. Las bolsas de residuos abandonadas en las esquinas. Los restos de cif sobre el azulejo. Las marcas del delineador sobre las ojeras. Las ojeras. La goma espuma de los asientos del Sarmiento. El supermercado chino. Las bombitas de luz incandescente. La lentitud de las horas. Los rayos del sol iluminando rostros de resaca. La decadencia en su máximo esplendor.Los deseos de felicidad y la virtualidad.
1 comentario:
el chino no descansa y los primeros de enero están ahí, para molestarnos.
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