No recuerdo el momento exacto en que te escuché por primera vez,
como no se recuerda casi nada de aquellos años.
Tal vez eras el flaco del que estaba enamorada mi hermana mayor.
Vos, Lebón y otros pertenecían a ese universo
entre sagrado y rebelde de las hermanas mayores.
Recibo la noticia de tu ida como se dice el pronóstico del tiempo.
Se me quiebra el corazón y la voz,
tengo que seguir,
pero quiero llorar.
"Sabés lo groso que era este tipo" le digo a una chica de 19 años que se extraña ante mi tristeza.
¿Por qué tengo que estar así de sola cuando recibo estas noticias?,
tengo que seguir
pero quiero llorar.
1998: escribo tus canciones en un América número 3: "Holanda","Jardín de gente"
para cantar, para amar, para sellar.
"Cantata" siempre está.
Conocí a Artaud por vos.
5to año del secundario: me enamoro y vos estás entre él y yo
quizás como el único lazo común.
En cuantos lazos estarás, flaco.
Te escucho y lloro.
En cuantos rincones estás.
Vos sos amor.
Si te escucho una vez más, voy a llorar.
Cuantos recuerdos.
Cuanto amor.
Cuanta belleza.
Cuánto, cuánto... cuanto nos dejás.